jueves, 30 de agosto de 2007

"Ciudadano de Cotillón" por Lucas D'Urso

Ciudadano de Cotillón

Antes que nada, debo aclarar que no soy una persona muy sociable con las matemáticas y las estadísticas. En realidad, las estadísticas me divierten porque no las creo. Son como la lucidez ante los halagos de un borracho conocido; uno no cree eso de “te quiero como un hermano”, pero asiente y responde con esmero.

Esto lo aclaro porque detesto a los fundamentalistas de los números, y sobretodo al de las calles. Esas personas que cuando les preguntas “¿Cuánto falta para Alsina?” Se ponen a enumerar verbalmente el apellido de próceres, batallas y provincias. Estimo (y espero) que existe gente como yo, y por eso hago esta salvedad.

Durante 220 días fui a Miramar y pasé cerca de 1320 horas en esa ciudad, dispersadas en casi dos abriles. 1320 horas de corrido son 55 días; cerca de dos meses.
Para cualquier despistado, yo vendría a ser un ilustrado de los usos y costumbres de Miramar, pero lo anecdótico es que no. No conozco sus plazas, ni sus piringundines, sigo sin domar a ninguna minuza, no me perdí en sus calles. Tampoco creo haber carajeado a ningún auto acelerado y mucho menos haberme tomado un fernecito en alguna una barra desierta de voces y sonrisas.

Las razones de mi travesía diaria son algo anecdótico, y no vienen al caso. No soy ni un nómade, ni un cajetilla (aclaro). Soy miramarense de cotillón; entre terminales y boletos se pianta mi tiempo.

Camino como con un croquis en la mano, pisando las suelas que dejé ayer y marcando bien las de hoy para que la doña no me las baldee para mañana.

De Miramar solo conozco bien sus fríos colectivos, identifico las unidades por los grafitis de sus asientos, retórica arrabalera que no me canso de releer.

Memoricé cada fustigado gesto del botelero… que sólo piensa en darse a la fuga; en eso algo tenemos en común: somos los hijos malditos de la terminal y en ese camino algo perdimos.
Dicen que las estaciones terminales son un tornado de emociones. Felicidad por el que llega y tristeza por el que se va; en nosotros, sólo aflora la monotonía de saber que solamente es un día más.


Escrito por Lucas D'Urso de la Comisión 2 del segundo año.


YA ESTAMOS POR SUBIR LOS VIDEOS MINUTO!!!!!

HASTA LA VUELTA!!!!

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Manden sus producciones con nombre, apellido, comisión y una imagen para ilustrar (si quieren) a unlp_miramar@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno, muy bueno, felicitaciones a lucas por el escrito, realmente una joyitaa, saludos